PIMEM dispuesta a pedir el pasaporte COVID en función de la situación hospitalaria
La patronal de la Petita i Mitjana Empresa asegura que a pesar del aumento de casos la situación es muy diferente a las olas anteriores. La Federació no oculta su preocupación por los efectos que pueda tener, pero asegura que no es momento de restricciones y sí de más concienciación y responsabilidad individual.
PIMEM asegura que la exigencia del pasaporte COVID para determinadas actividades se debe exigir en función de la presión hospitalaria que haya y para evitar el colapso y así evitar situaciones parecidas a las vividas meses atrás. La patronal entiende y respeta cualquier posicionamiento por lo acontecido hace pocos meses, pero reconoce que ahora no es el mejor momento para las restricciones por varios motivos.
Primero porque el índice de vacunación de Baleares es alto, de más del 80% de la población diana, y nuestra situación es distinta que otros países europeos con menores porcentajes de vacunación. Segundo, estamos inmersos en un contexto de incertidumbre debido al aumento de los costes fijos y aumento de precios, y como consecuencia de los efectos de la parálisis económica internacional. Un tercer aspecto apunta PIMEM es que hemos entrado ya en temporada baja y esto siempre es un periodo difícil para algunos sectores económicos más vinculados al turismo.
Por otra parte, la patronal apunta a la dificultad de controlar todos los establecimientos que tengan que pedir el control COVID por una parte y los problemas jurídicos que se puedan abrir a raíz de la interpretación que haga la justica sobre la protección de datos u otras consideraciones como las que han acontecido en Euskadi.
Desde Pimem estamos dispuestos a analizar y estudiar la implantación del pasaporte Covid, pero hay que estudiarlo bien en que sectores se puede aplicar con éxito y con garantías. Se habla de cines, teatros, conciertos y restauración, como ya lo está haciendo actualmente el ocio nocturno. Un elemento clave para el buen funcionamiento del pasaporte Covid es el control de acceso o entrada. Pensamos, en caso de aplicarse, que es mucho más sencillo en sectores que ya disponen de controles de entrada como serían gimnasios y teatros que en el sector de la restauración. En el sector de la restauración prevemos ciertas dificultades de aplicación: un sector con más de 5.000 establecimientos abiertos en invierno en las cuatro islas, y que un 80% está formado por empresas familiares; Empresas pequeñas que en varios turnos puede haber un único trabajador/a que atiende a la barra, sirve mesas y gestiona la cocina a la vez. Para este tipo de establecimientos de restauración establecer un control de entrada en el bar o restaurante sería muy complicado de asumir, si se quiere implementar una medida de control que sea efectiva y funcione.
RBC Mallorca no quiere ningún tipo restricción ante las medidas que sondea el Govern
La patronal de Restauración ha tachado la propuesta del Govern de “globo sonda” y muestra su enfado con la incertidumbre que provocan las administraciones. La presidenta de la patronal Eugènia Cusí asegura que “reducir los aforos e imponer medidas sanitarias en los bares y restaurantes no tiene sentido con el 84% de la población diana vacunada de la Covid-19.” La presidenta de RBC se pregunta “de que sirve la vacunación si con este alto índice de vacunados se sigue gestionando de la misma manera que se hacía a principios de la pandemia”. La asociación asegura que, ante las propuestas del Govern, si ya se tenía poca confianza en la administración pública ahora se está perdiendo toda.
Cusí se ha preguntado quien está recomendando estas medidas ya que el gobierno central ha reconocido que no hay un comité de expertos. “Sería importante saber quien recomienda que y bajo que argumento científico”.
RBC asegura también que si en 20 meses los restauradores no han sido foco de contagio de la COVID “por qué se siguen aplicando medidas a este sector”. Cusí recuerda que “detrás de determinadas decisiones hay puestos de trabajo en peligro y que las nuevas medidas del Govern llegan en un momento donde había una tímida recuperación económica por parte del sector a pesar de que algunos restauradores ya han registrado cancelaciones por parte de clientes que se ven alarmados por las advertencias del Gobierno”.
Respecto a la ilegalidad que se puede producir pidiendo un certificado COVID, RBC recuerda que “una empresa privada no puede pedir esta información al tratarse de una vulneración de la protección de datos”. Cusí recuerda al ejecutivo de Armengol que “no se puede decretar una norma que vaya en contra de una de rango superior ya que resultaría ser inaplicable”.